Bailar, disfrutar, conversar, celebrar, …. Son aspectos que a la gran mayoría de personas nos agrada realizar. Festejar las cosas buenas, por aquello de que las malas vienen solas… Eso es lo que hacemos al menos una vez al mes en nuestro centro, “Virgen del Pilar”.
Todos los meses marcamos al mes un día señalado en el calendario en el que celebramos los cumpleaños de los residentes de ese mes y a lo que a veces se suma alguna temática, como puede ser cuando celebramos la feria de abril, el desfile de miss y míster, la fiesta ibicenca, entre otras muchas. Son fechas en los que todo lo que hacemos en el día a día cobra sentido y se une en busca de hacer pasar un día agradable a nuestros residentes, por ello le ponemos tanto cariño y tiempo desde su planificación, a su realización.
Desde el día anterior empiezan los preparativos en el taller de cocina, hacemos las tartas de cumpleaños, las empanadas o incluso en los últimos meses la sangría que bebemos ese día. Algunas fiestas requieren también de que semanas antes nos pongamos manos a la obra con las manualidades para que todo luzca bonito ese día. Por ejemplo, para la feria de abril hacemos flores para ponernos en el pelo, pañoletas, … Esta es la primera razón por la que decimos que todo cobra sentido.

Otra de las razones es que todos los esfuerzos se unen ese día para conseguir desarrollar la actividad tan compleja que a veces es. Tiene que funcionar todo para que ese día se desarrolle de forma correcta.
En el último mes tuvimos la suerte de celebrar una fiesta muy divertida, fue la fiesta del verano. En ella el día estuvo repleto de actos: comenzamos con la misa, sabemos que para las personas mayores es un ritual muy importante por lo que nos gusta integrarlo en los días festivos que marcamos, seguimos disfrutando de una deliciosa barbacoa y lo de por la tarde, … Eso sí que fue una fiesta. Durante meses los residentes nos habían pedido una romería, pero una romería de verdad, con cantantes y chocolate con churros y así fue, … Disfrutamos de una actuación musical y merendamos chocolate con churros. Fue una tarde verdaderamente bonita, pues se vio que se causó respuesta en personas que hasta el momento no lo habíamos conseguido. A todos nos gusta escapar de nuestra vida diaria, realizamos actividades que nos agradan para escapar de la rutina y eso precisamente es lo que intentamos hacer estos días.
Para los trabajadores es un placer ver a los residentes disfrutar ese día, verlos pasar un rato agradable y dejar de lado las preocupaciones que nos acompañan en la vida diaria, por ello partiendo de las preferencias de cada residente intentamos que cada uno de ellos se implique de una forma que sea agradable. Muchas veces cuando comenzamos estas celebraciones algunos residentes nos dicen que ellos ya no están para eso, sin embargo, en muchos casos vemos como a lo largo de los meses se van animando a formar parte de una forma u otra, lo cual creemos que es un verdadero logro.

ATT. EQUIPO RESIDENCIA VIRGEN DEL PILAR.