Un tema muy controvertido durante los últimos años, en el ámbito residencial, es la sujeción de nuestros mayores.
Es conocido que hasta los años 90 del siglo pasado no había ninguna legislación sobre este tema, utilizándose en todo tipo de centros utensilios no homologados, con la familia desinformada en la mayoría de los casos.
Según las nuevas fórmulas asistenciales, se insiste en el lema de “protegemos para no sujetar”, en lugar del obsoleto “sujetamos para proteger”.

Dentro de la residencia Nuestra Señora de la Merced consideramos una serie de puntos clave para la valoración de una nueva sujeción:
- Menos contención aunque se asuman riesgos.
- Principio de beneficencia: asegurarse que los beneficios son superiores a los perjuicios.
- Autonomía y decisión: a la hora de valorar la importancia de la opinión del residente y de la familia.
- Utilizarlo siempre como último recurso.

Para lograr la eliminación del máximo número de sujeciones, se siguen las siguientes estrategias:
- Cambios en el entorno
- Seguridad en la habitación: como mobiliario adaptado, recordatorios visuales…
- Higiene postural en sillas: asientos reclinables, cojines apoya brazos…
- Aseo y continencia: con cambios y salidas al baño frecuentes.
- Actividades y programas: rehabilitación, deambulaciones, actividades recreativas…
- Alternativas psicosociales: contacto físico, disminución de ruidos, orientación tempo-espacial…
Con todas estas premisas, el objetivo final es y ha de ser en todos los casos la eliminación total de las sujeciones en los centros residenciales, pudiendo aportar soluciones y alternativas en los casos de mayor necesidad.
FDO. Residencia Nuestra Señora de la Merced, Herencia.